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Lauren Cohen puede recordar el momento preciso en que se dio cuenta de que quería ser un profesor de escuela de negocios. Justo antes de graduarse de la Universidad de Chicago comenzó a entrevistarse con varios fondos de cobertura y no tardó mucho en hacer un descubrimiento sorprendente:

Cohen tomó un desvío profesional y, claramente, fue la elección correcta. El profesor de finanzas de Harvard Business School está entre los más admirados y respetados jóvenes profesores de cualquier escuela, nominado por sus estudiantes de MBA a la lista de Poets&Quants de los 40 profesores más destacados del mundo menores de 40 años.

PROFESOR DE CLASE MUNDIAL vs ATLETA DE CLASE MUNDIAL

El profesor de HBS difiere de sus colegas de la escuela de negocios de una manera grande e inusual: su pasión por el levantamiento de pesas. Campeón Nacional Universitario de la Federación de Powerlifting de los Estados Unidos de 2001, ha ganado numerosos torneos nacionales y mundiales de levantamiento de pesas, y en 2014 rompió el récord mundial de 630 libras.

Hijo de un cirujano ortopédico y de una enfermera, Cohen sabía que estaba destinado a una carrera de algún tipo en los negocios. Como estudiante de tercer grado, se vistió como corredor de bolsa para Halloween, con blazer, maletín y pantalones de chándal (fue, explica, durante su «fase de pantalones de chándal»). Más significativamente, él se distinguió en la Waverly High School en enseñanza de Cálculo Avanzado y ganó el status de mejor estudiante de su promoción. La combinación perfecta entre cerebro y músculo.

Cohen obtuvo su MBA y su doctorado en solo cuatro años, a la edad de 25 años, graduándose en 2005. (También conoció a la mujer que se convertiría en su esposa, Nicole, en una sinagoga local en Hyde Park). Su primer trabajo de enseñanza fue en la Escuela de Administración de la Universidad de Yale y después de dos años en Yale consiguió una cátedra asistente en HBS en 2007. Antes de llegar a la edad de 35 años ya había conseguido ser profesor a tiempo completo.

Nunca ha mirado hacia atrás y, realmente, sería difícil encontrar un profesor más apasionado o entusiasta.

«Este es el mejor trabajo del mundo», dice Cohen con toda naturalidad. «Puedo luchar a base de ideas con estos jóvenes brillantes y me pagan por ello. Es asombroso. Puedo reinventarme con cada proyecto. En este trabajo, puedes ser alguien diferente cada día. Entras en una clase o inicias un nuevo proyecto y es un nuevo comienzo. Eso me mantiene joven, y no me puedo imaginar haciendo nada más. Me encanta venir a trabajar todos los días». Sin duda un auténtico ejemplo de vida sana y de superación personal.

Fuentes: Poets&Quants, Boston.com, Laurenhcohen, Cnbc
Imagen: Unsplash