3 conflictos laborales que podemos solucionar fácilmente

Cuando gestionamos un proyecto es habitual presenciar conflictos entre nuestros empleados que no siempre terminan bien.
Es probable que sea porque no hemos definido bien los roles para cada uno de los miembros de nuestro equipo, que el ambiente laboral no sea el óptimo porque hemos fracasado en un proyecto o la empresa no va bien, o simplemente porque nuestros empleados tienen rivalidades tanto laborales como personal.
A continuación te explicamos cómo puedes gestionar y solucionar este tipo de conflictos ofreciéndote varias estrategias para cada uno de ellos.
La intimación acerca de responsabilidades y roles
Cuando sentimos que nuestro rol en la oficina corre peligro, solemos recurrir a la intimación en aras de sentirnos más seguros.
Este tipo de acoso laboral, según el coach ejecutivo Ray Williams, hace que la víctima se venga abajo, disminuyendo de esta manera su motivación. Es más, en ocasiones, esta víctima puede llegar a presentar cuadros de ansiedad.
Cuando hablamos de conflictos relacionados con responsabilidades y roles, estos tienden a estar relacionados con puestos de trabajo donde las funciones de cada empleado son poco claras.
¿Cómo cortamos la intimidación de raíz para evitar este tipo de conflicto?
Podemos seguir las siguientes tres estrategias:
- Definir las funciones concretas que realizará cada uno. Cuando lideramos un proyecto es importante asignar tareas concretas a nuestros empleados, y es importante que estas tareas no se solapen con las de otros.
- “Tres salidas de tono y estás fuera”. James Bond decía “Una vez es casualidad. Dos, coincidencia. La tercera vez es una acción pretenciosa”. Vamos a dar a nuestros empleados tres oportunidades, lo cual no quiere decir que dejemos pasar las dos primeras. Si observamos que uno de nuestros empleados actúa de forma intimidatoria una vez, consideraremos que es casualidad. Si vemos que lo hace dos veces, estaremos atentos a esta persona. Si intimida a un compañero por una tercera vez, debes hacer que esta persona quede fuera del proyecto para terminar con este tipo de conflicto.
- Destacar las tareas realizadas por todos los empleados. Es importante encontrar la manera de comunicar el trabajo excepcional que han realizado, sin caer en individualidades.
Estas ideas facilitarán la igualdad y la unión entre los miembros de nuestro equipo, evitando así que se produzcan conflictos de este tipo.
Conflictos por el fracaso laboral
Cuando un proyecto no da los resultados esperados o se sabe que la empresa no va, en general, bien, el entorno de trabajo tiende a ser más conflictivo, especialmente en las relaciones entre directivos y/o fundadores.
Sin embargo, si somos capaces de, en la adversidad, trabajar en equipo y dejar a un lado las preocupaciones sobre el fracaso de la empresa, así como las diferencias de opiniones y caracteres, podemos llegar a superar esta crisis de la manera más provechosa que podamos conocer.
La estrategia a seguir será la siguiente:
- Centrarnos en una métrica concreta. Tener en mente un número siempre nos hace motivarnos para conseguir ese objetivo. Pensemos en números, pero pensemos en números factibles de alcanzar pero que, al mismo tiempo, nos ayuden poco a poco a salir del pozo. Trabajando en equipo lo podremos conseguir.
- Hacer públicas las diferencias. A los empleados no les gustará que se oculte información mientras ven cómo los jefes no llegan a un acuerdo (y da igual el asunto del que traten). Es importante concienciarnos de que este tipo de diferencias de opiniones deben ser transmitidas a nuestros equipos de trabajo, porque esto supondrá una oportunidad de trabajo para nuestros empleados.
- Celebrar el fracaso. Los fracasos laborales nunca suelen venir solos ni suelen ser completamente fracasos. Un proyecto puede haber resultado un fracaso en general, pero también es posible que dentro del mismo, se hayan logrado pequeños objetivos. Estos pequeños objetivos son los que deben alentarnos a seguir; el resto de fracasos del proyecto nos servirán para aprender y corregir errores en el futuro.
Otros conflictos de trabajo que podemos convertir en “saludables”
Un conflicto que suele darse en las oficinas tiene bastante que ver con la competitividad y la ambición entre compañeros de trabajo. Pero, ¿qué pasaría si creáramos dos equipos dentro de la empresa que “compitiesen” dentro de un mismo proyecto?
Podemos pensar que esto traería otros conflictos, pero ¿y si en realidad estuvieran todos remando en la misma dirección después de haber ofrecido todo el potencial que tienen?
La estrategia sería la siguiente:
- Fomentar la competencia sana. Un concurso acerca de “Qué equipo propone la mejor idea creativa” para un proyecto concreto puede llegar a ser bastante productivo, así como (por ejemplo) utilizar tablas clasificatorias en la oficina. Esto generará un mayor rendimiento por parte de los empleados.
- Tener claro el objetivo principal. Este punto está relacionado con el anterior. Organizar concursos para promover ideas y utilizar tablas de clasificación puede llegar a resultar conflictivas para nuestros equipos de trabajo. Este tipo de herramientas deben utilizarse a conciencia, restarles importancia y, al final, centrarnos en el resultado final que deseamos lograr y que, en el fondo, es común a todas las personas que trabajan con nosotros.
- Hablar después sobre el tema. Ojo, porque no se trata de ir analizando una a una (y sin piedad) las ideas de los empleados. Esto a veces lleva al conflicto. Se trata de analizar las distintas ideas, determinar si son provechosas para el proyecto que tenemos entre manos y, sobre todo, siempre agradecer estas aportaciones a nuestros empleados.
Cada una de estas estrategias hará que los empleados se sientan cómodos con el debate que estamos llevando a cabo, en aras de detectar rápidamente las mejores ideas para después aplicarlas al proyecto.
Fuente: How to Handle 3 Types of Workplace Conflict
Foto: Kevin Dooley / Flickr
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